domingo, 6 de noviembre de 2011

1 Poeta – 10 preguntas Blog de Pablo Gabo Moreno

Se puede leer on line acá
https://www.sites.google.com/site/10preguntaspara1poeta/patricio-foglia/walter-iannelli

o acá abajo mismo

1 Poeta – 10 preguntas

1-¿Dónde se encuentra el germen de tu creación? /// quizás, si es por el origen:¿Cómo te involucraste, cómo caíste? Y si es por el método: imagen, contenido, experiencia, sonido; qué gatilla el poema?
Bueno, me gusta eso que decía Juarroz acerca de “vivir en estado de poesía” y aunque mi relación con el mundo es muy concreta me ocurre que me asalta con frecuencia cierto estado de extrañeza. Porchia también decía en una de sus voces: “Algo de inocencia nunca se aparta de mí, y es ella la que me protege”. Permitirme mirar con inocencia -como si fuera la primera vez, quiero decir- ciertos objetos, actitudes, situaciones -una semilla de tomate, un perro meando las plantitas del florista, la rejilla del baño, por ejemplo- me da mucho material. Por otra parte, como algunos saben, soy eminentemente narrador, quizá porque entiendo lo difícil que es concentrar en un poema el corazón de una emoción o de una idea. Pero hay veces en que veo que no necesito de un cuento o de una novela para trabajar por acumulación alguna idea específica: es entonces ahí cuando escribo poesía.
2- Las influencias son necesarias e inevitables, a veces hasta deseables pero ¿cómo logra liberarse de ellas? ¿Se es más libre cuando se han sacudido las influencias?
Las influencias son necesarias pero no es absolutamente necesario librarse de ellas. Cuantas más sean mejor, más poetas seremos en uno solo. No me imagino a un escritor libre de la amalgama de todo lo que ha leído porque no sería nada o estaría condenado a recorrer en una sola vida todo el camino de la literatura. Por último creo que es inevitable ser uno mismo. Es más fácil ser uno mismo que intentar copiar a los que te han gustado.
3- Cree que la poesía actual hecha en Argentina es comparable a aquella de los años vanguardistas construida en torno a la revista Martín Fierro, y sus grupos de Florida y Boedo?.
No sé si entiendo bien esta pregunta. Se suponía que en los casos de Florida y Boedo unos eran los “románticos” y otros los “sociales”. No sé si en estos tiempos podríamos hablar de ese tipo de clasificaciones. Básicamente yo dividiría a los poetas en dos categorías: la primera, los poetas de oficio, aquellos que utilizan siempre aquellas mismas palabras pretendidamente poéticas en los lugares en donde siempre estuvieron, y los verdaderos creadores, aquellos que se animan a correrlas de su lugar ordinario y a correr su mirada de los lugares en donde tradicionalmente estuvo la poesía. En otra categoría, prefiero la poesía que trabaja sobre el sentido para luego buscar sus formas o su propio lenguaje, sin deseñar su música, su ritmo, su secreta simetría.
4-¿Qué te parecen los mecanismos alternativos de difusión de las obras poéticas? que han sido alabados en igual medida que criticados///
Estupendo. Creo que hoy vivimos en el mejor de los mundos posibles en ese sentido. Podemos leer autores de todo el mundo con sólo entrar a Internet, aun cuando sus libros no lleguen nunca a nuestras manos. Por otra parte es relativamente más fácil editar que en otros tiempos. Es cierto que hay que saber buscar entre un mar de palabras, pero eso es mejor que la ceguera.
5- Cual es el pacto que estableces con el lector? ¿Es populista hacerse entender? el virtuosismo, es soberbia?
De antemano, ninguno. Pienso en un lector como yo, y escribo lo que me sorprende a mí mismo. No puedo imaginar a un escritor que pueda trabajar para un lector menos sensible, perceptivo o inteligente que sí mismo, ni uno que lo haga para uno que sea más en todo eso, porque no tendría con qué afrontarlo. En una palabra, si sos estúpido escribirás para estúpidos y no para inteligentes o sensibles y viceversa.
Con respecto a lo de hacerse entender me gustaría hacer una diferencia entre lo sugestivo de un poema y la oscuridad gramatical. Un poema, para mí, debe ser diáfano gramaticalmente, y sugestivo y misterioso en su propuesta. Es decir, el lector debe a mi juicio poder seguir “algún” tipo de hilo conductor, pero el sentido último del poema debe cerrarse como un eco por afuera del texto mismo. Denevi decía: “La poesía no es el pensamiento mismo, es la onomatopeya de ese pensamiento”. A mí me gustar pensar que la poesía es ese eco que dejó el poema luego de ser leído.
El virtuosismo al pedo es soberbia, cuando es necesario, no. Prefiero intentar decir las cosas complejas del modo más simple, lo cual a veces es más complejo que decirlas de un modo complicado. Me guardo los “caños” y las “bicicletas” para cuando realmente hace falta. Ahora bien, decir algo de modo simple no quiere decir que eso dicho pierda su efecto, sugestividad o belleza. Todo lo contrario. Cuando más muestre las manos el mago, más fuerte será la ilusión.
6-¿Creés que el poeta, como tal, tiene un compromiso social particular, o más bien se trata de una sensibilidad más expuesta a los males de la sociedad?
Creo que el compromiso del poeta ya está cumplido con escribir poesía. Si todo el mundo escribiera poesía, narrativa, teatro, no habría guerra ni tanta gente jodiendo al otro. La poesía, creo, es en sí un compromiso social. Si además el poeta es talentoso, solidario y buena gente, mejor. Si tiene una mirada política y piensa con libertad, tanto mejor. La idea de que el poeta es un ser sensible expuesto a los males de la sociedad me da gracia: pienso en un ser mínimo, ataviado con una capa, subido a un banquito y a punto de clavarse el puñal de la incomprensión en el medio del pecho. La poesía es una bendición, y no un castigo. Y el hecho de que el poeta venda pocos libros y sea un ser con una sensibilidad que lo pone todo el tiempo al borde de las lágrimas también lo es: si lo pensamos bien, no hay nada mejor que crear sin condiciones y contar con la posibilidad de recorrer todo el dial de la emoción sin demasiado esfuerzo.
7- Hay varios lugares comunes: toda poesía es política, el subjetivo es político, etc. Cómo, según tú, se articularía lo político en literatura, desde el retrato. Desde la queja? Desde la disección de la realidad?
Bien, supongo que eso es una cuestión de cada autor. Me gusta el retrato y la mirada de la realidad, por ejemplo, de autores como el chileno Donoso. Sin embargo lo fantástico muchas veces también está cargado de ideología y es una forma de exploración, proposición, reflexión y denuncia. La queja en sí misma la dejaría para el panfleto.
8- Cuál fue el último libro de poesía que leíste?
Tengo en este momento tres libros abiertos que recibí de manos de sus propios autores: Donde la sed, de Carlos Dariel, Entreveros de Susana Cella y El Gruñido y otros poemas de Enrique Solinas.
9- Cómo te sitúas en el dilema arte premeditado v/s arte no premeditado; mapa del poema v/s escritura sobre la carne caliente del asunto?
Entiendo que el dilema desvele a algunos pero para mí no reviste gran importancia. Creo que lo que cuenta es el resultado final. Quien quiera que haga el mapa del poema, quien quiera que escriba para enterarse de lo que quiere decir. Cada letra es una marca que determinará quiénes seremos después de escribir el poema y quiénes cuando escribamos el próximo poema. Yo escribo todo el tiempo, a veces perseguido por una idea que me obsesiona, a veces sólo con la calentura. De hecho vivo de asuntos literarios varios: no soy yo haciendo literatura, es la literatura haciéndome a mí.
10- Según tu criterio. Que poeta vivo que habría que releer en la actualidad?
Giannuzzi porque todavía está vivo y, para releer o descubrir, a Arturo Carrera, Irene Gruss, Rogelio Ramos Signes, Luis Lhoner y yo (bueno, lo último es una invitación).

copyright 2011. Pablo Moreno

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